lunes, 19 de marzo de 2012

Dia D – Good Bye, Israel


Ofer Laszewicki

Todo lo bueno, lamentablemente, llega a su fin. Que se le va a hacer. Ahora mismo, estamos sumergidos en un estado de ánimo indefinido. Acabamos de cruzar los incontables controles de seguridad del Aeropuerto de Ben Gurion –si, esto no es “can pisha”- y estamos sentados esperando la llegada de nuestro avión destino Zurich. Vaya, que es el típico día de buses, trenes, aeropuertos, colas, controles, siestas, chocolate suizo y buenas dosis de paciencia.

Sobre este país, poco me queda por decir que no sepáis (si habéis cumplido con vuestro deber diblastil, por supuesto). Nos vamos cargados de anécdotas, hemos conocido tanta gente que no podremos ni recordar sus nombres, nos hemos movido con nuestra pedazo de mochila por todos lados, hemos conducido por el medio del desierto y las preciosas montañas del norte y, sobre todo, sentimos que hemos cumplido nuestros objetivos preestablecidos: conocer a fondo Israel y tratar de poner en práctica, en la medida de lo posible, nuestro modesta pasión por el oficio periodístico. Siempre buscando historias que no suelen aparecer en los grandes medios, mostrando que a pesar de lo que parece, hay gente que lucha hace mucho tiempo por acercar posiciones entre dos pueblos históricamente enfrentados.

Sinceramente, para mi esto no supone más que un principio. Este viaje me ha servido para conocer de primera mano todo lo bueno y, por supuesto, todo lo malo que ocurre aquí. Hemos conocido opiniones muy diversas sobre el conflicto: tanto árabes, como judíos o simplemente gente del exterior interesada en que se cuece por aquí. Y me ha encantado debatir, siempre desde el respeto a mis interlocutores. La sensación en que en dos meses solo me llevo un poco de cada lugar, cada paso que hemos dado nos ha servido para certificar las decenas de historias interesantes que dejamos atrás por falta de tiempo. Así que, siempre que nos sea posible, volveremos a acabar la faena.

Aparte de ello, prácticamente formamos parte de Tel Aviv. Nos lo conocemos cual palma de mi mano. Pffffffff, cuantas historias ocurridas....imposibles de citar. Eso si, lo que si os ofreceré, como último detalle de nuestra estancia, es nuestro ranking “top 5” de los mejores humus del país. Después de un deliberado consejo de sabios, lleno de debates interminables, momentos de tensión y puntos de vista radicalmente opuestos, Oliver y un servidor llegamos a un acuerdo de mínimos para establecer los mejores cinco lugares donde hemos disfrutado de tan preciado manjar. Y ahí va la lista, acompañada de una breve descripción:
  • 1-“Abu Dhabi”: Simplemente, por la constancia, las buenas vibraciones y, por supuesto el excelente humus que hemos comido por lo menos más de cinco veces. Ubicado en el corazón de Tel Aviv, sus encantadoras camareras y su reggea sonando hacen de Abu Dhabi el mejor sitio para disfrutar con tranquilidad de las diversas modalidades de humus. Con garbanzos, “Ful” (alubias), tahina, aceite de oliva, perejil y, si lo pides, huevo duro. Todo ello con pitas, pepinillos, olivas y guindillas aparte. Por si fuera poco, te ofrecen la “osefet”: una cucharada más por si te has quedado hambriento. Ah, y al final, un vasito de café turco para matar la faena. $ = 25 shekels (5 euros)
  • 2-“Said”: Lugar de peregrinación para todo fan del humus. En el corazón del bazar de la nórdica e histórica ciudad de Akko, a pies del Mediterranio, el restaurante “Said” se ha convertido en todo un mito. Por lo general, esperas mínimo quince minutos para acceder, ya que se amontonan árabes, judíos y turistas para probar su delicioso plato. Al grito de “Yala-yala...” te sientan en mesas compartidas, te preguntan que quieres, con otros gritos dan las ordenes al artista de la cocina y recibes al instante un plato de humus caliente, con garbanzos y aceite exquisito. El trato, en este caso, es lo de menos. Entras, comes y te vas, con el estómago lleno y una sonrisa de oreja a oreja. Brutal. Sino, preguntadle a mi hermano Asaf. $=15 shekels (3 euros, ganga!)
  • 3-“Abu Hassen”: Por historia, por ubicación y, por supuesto, por su delicioso sabor. Abu Hassen es otro de los míticos restaurantes árabes ubicado en el distrito mixto de Yaffo, al sur de Tel Aviv. Es otro claro ejemplo de “Yala-yala”, es decir, van por faena. Un plato grande de humus con aceite y pimentón, normalmente acompañado solo de pitas y un poco de cebolla. En un cuarto de hora estás listo para salir rodando del local. El éxito del lugar les ha llevado a abrir dos restaurantes más en el mismo barrio. Siempre están a tope. Al loro! $=16 shekels (3 euros y poco, ganga!)
  • 4-“Rosh Pina”: El nombre no lo recuerdo, así que he puesto el nombre del pueblo, ubicado en la región montañosa del Galil, al norte de Israel. Como lo recordaba de mi anterior viaje, nos aventuramos con Oli y viajamos casi una hora solo para visitar tan preciado chiringuito. Y menudo acierto: humus con “ful” y huevo, con pitas recién salidas del horno y, por si fuera poco, unas cinco bolas de falafel delicioso recién hecho. También puedes montarte tu propia ensalada, así que imaginar como nos pusimos. De hecho, nos gustó tanto que cuando volvimos al norte repetimos muy a gusto. $=25 shekels (5 euros)
  • 5-“Mercado en Jerusalén”: Un discreto puesto en el centro del mercado de la capital del país. Un oasis de tranquilidad entre tal masa de gente gritando en todas las paradas. Nos aventuramos con una nueva modalidad: humus con carne, aderezado con pimentón rojo y aceite. Malo, lo que es malo, no estaba. También posibilidad de montarte tu ensaladita y pitas por doquier. $=25 shekels (5 euros)
Realmente, hemos tenido que ponerlos en una posición, pero en realidad todos estaban estupendos y no ha sido fácil clasificarlos. Que pena, tardaremos mucho en volver a probarlo......Fuck!
 En fin, serafín. Que esto se ha acabado, ya he escrito suficiente, me toca descansar, fumar un cigarro y esperar a llegar de una vez al aeropuerto a encontrarme dos meses después con Georgina. Que ganas, que poco queda!
Un abrazo para todos nuestros fieles seguidores, ha sido un placer. Ya sabéis donde encontrarnos y, por supuesto, seguimos en contacto. Paz hermanos. DIBLASTOS EN MAYÚSCULAS!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario