Ofer Laszewicki
Tras una intensa y memorable estancia en el hostal Gordon Inn, mañana cambiamos definitivamente de aires. El próximo destino es en el Kibbutz Mishmar Ha’Negev, ya en el pleno desierto que supone casi la mitad de la superficie de Israel. No sabemos si más adelante volveremos a este lugar, pero lo que es seguro es que lo recordaremos con añoranza. Menudos personajes corren por aquí!
Ofer deborando a Carl |
Os voy a hablar sobre alguno de ellos. Por ejemplo, un perla surafricano llamado Karl, que desde que llegamos no se ha movido de aquí. Lo más lejos, al bar Elliot’s ubicado a diez metros a por su bocadillo diario. El resto de tiempo, lo pasa envuelto en la manta de la habitación y, cuando se aventura, baja a la sala común, se enchufa los cascos, y empieza a indagar por la red viendo videos estúpidos y jugando partidas de rol. Todavía no hemos entendido como alguien viene a pasar un mes a Tel Aviv y no sabe que se cuece a una manzana de distancia. Pero no es el único: hay un tipo llamado Marc, con voz de coyote y una buena panza feliz que está sentado todo el día con el Mac consultando a saber que. Incomprensible.
Yala yala, go to sleep! |
Aún así, el “number one”, sin lugar a dudas, es el cocinero, apodado “Yala-Yala go to sleep” (básicamente porqué es la única frase en inglés que sabe decir). Es un tipo de lo más cómico, que no se cambió la camiseta en cuatro días, con una barriga prominente y con un mono de tabaco que da gusto. Todo el que llega nuevo al hostal se queda pasmado ante su derroche de personalidad. Además, como lo caemos bien, nos deja abierta la nevera y nos deja cenar “por la patilla”, así que ayer nos marcamos una cena de humus, ensaladilla rusa, queso fresco, huevos y pita que nos dejó al borde del colapso digestivo. Os aconsejo que si algún día os animáis a venir por estas tierras vengáis a conocerlo, es un crack.
Del día, pues poco que añadir. Visto que pintaba lluvia, nos fuimos a visitar el museo de la Ha’gana, que para los que no sepáis de que va, fue la milicia que agrupó a los guerrilleros judíos que lucharon en las escaramuzas contra los árabes y perpetraron los ataques contra los ingleses antes de la creación del Estado de Israel. Una vez fundado, se constituyeron como las Fuerzas Armadas tal y como se conocen hoy en día. Un buen repaso a la historia para conocer los precedentes de sangre, sudor y lágrimas que lamentablemente han teñido la corta vida de este país.
Del día, pues poco que añadir. Visto que pintaba lluvia, nos fuimos a visitar el museo de la Ha’gana, que para los que no sepáis de que va, fue la milicia que agrupó a los guerrilleros judíos que lucharon en las escaramuzas contra los árabes y perpetraron los ataques contra los ingleses antes de la creación del Estado de Israel. Una vez fundado, se constituyeron como las Fuerzas Armadas tal y como se conocen hoy en día. Un buen repaso a la historia para conocer los precedentes de sangre, sudor y lágrimas que lamentablemente han teñido la corta vida de este país.
Primer plato caliente en varios días! |
Como llevábamos varios días sin ingerir un solo plato caliente, fuimos al supermercado a por espaguetis, tomate, cebolla, berenjena y pimiento y nos hemos cocinado unos unas raciones de pasta que nos han alegrado el alma. Con paciencia, a fuego lento, hemos logrado un buen manjar.
Después de dar unas lecciones de billar a Oliver –siempre me reservo mis mejores cartas para el final-, nos bajamos a un pub Irlandés en la zona del paseo marítimo, dónde puedes tomarte una gran pinta de Guiness por 18 shekels, lo que equivalen a casi cuatro pavos. No está del todo mal visto lo visto. Ahora, nos hallamos en el hostal con unas “Tuborgs” en las manos, haciendo unas últimas risas y diciendo estupideces. Es lo que tiene estar 24 horas al día juntos, que al final nuestras conversaciones son de lo más interesantes!
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